Todos y cada uno de nosotros en nuestra vida tenemos pilares que nos sostienen e impiden que nos caigamos; cualquier persona puede ser un pilar en tu vida, ya sea alguien de tu familia, un amigo ... cualquiera.
Hace dos días ha nacido un pequeño pilar, apenas mide 50 centímetros. Espero ser un importante pilar para ella también, que sepa que siempre estaré ahí y que evitaré, o en su defecto curaré, las heridas que se haga al caerse. Además, tengo un pilar que lleva ahí, nada más y nada menos, que 19 años, a la que le debo, no solo la vida si no también haber llegado a donde he llegado.
Pero sin duda alguna, aunque estos dos son súmamente importantes, hay uno en especial que es demasiado valioso, ÉL. Quizás sea el hecho de que no tiene obligación de formar parte de esos pilares y sin embargo lo hace, además de haberme demostrado que aunque dependiera única y exclusivamente de él, nunca jamás, me caería.